Palabras Nuestras. Por Rosa M. Jiménez.

El objeto de esta página nueva es ofrecer a las palabras perdidas, la oportunidad de reencontrarse con los leyentes y hablantes. Es la página de Rosa, porque todo el trabajo es suyo. Hace hoy, 18 de marzo, justamente dos años que vio la luz su libro "Palabras Nuestras. Zapardiel de la Ribera" en edición de la autora, donde se recogen ciento cincuenta páginas cargadas de palabras olvidadas, esas palabras que se han ido quedando por el camino del progreso y la innovación técnica; que no han encontrado acomodo en la sociedad actual y a las que Rosa les ha dedicado tiempo, paciencia y ganas. Son palabras abandonadas, sin dueño, dormidas al lado de la lumbre del tiempo. ¿Palabras arriolás, Rosa?

Comenzaremos por alguna expresión:
"No surte querer": no te empeñes en hacer algo, porque es imposible conseguirlo (esto no es predicable de Rosa)

"A borrinchinchín": llevar a alquien montado a la espalda, a burro. Que maravilla de palabra, qué sonoridad. 

"...volver a las ollas de Egipto...": me he tropezado con esta expresión en el Quijote de Cervantes (primera parte, capítulo XXII, página 270 en la edición del Instituto Cervantes) y también en el de Avellaneda (capítulo XV, página 55 del tomo II en la edición de Clásicos Castellanos), que viene a significar algo así como volver a la vida anterior o, también, volver al cautiverio. Está tomada del libro del Exodo después de la salida de los judíos de Egipto mientras esperan muertos de hambre en el desierto recordado las ollas llenas de carne de los tiempos de cautividad.

"Sepan quantos...", esta expresión y su correlativa versión en latín "noverint universi", solía encabezar los escritos, documentos y, muy especialmente, los pregones y servía para dar general conocimiento de los delitos que había cometido el condenado.

"Villano, harto de ajos", expresión que según el Covarrubias, se decía para dar a entender la dureza de la condición [de una persona] y su grossería. No puede ser más gráfica porque hasta aquí llega su aliento del villano, naturalmente.

"Manos beso que querría ver cortadas", esta expresión la aclara el Covarrubias diciendo que hace referencia a "a los que hazen muchos cumplimientos con los que no les son muy gratos en lo interior".

"Ponerse en quintas" es hazer a otro punta o oposición, dice el Covarrubias.

"Estar con la candela en la mano, es estar espirando", dice el Covarrubias.


“Moliente y corriente”: la expresión ya se utilizaba en la época de Cervantes que la pone en boca de Sancho: “Vuestra merced sí que es escudero fiel y legal, moliente y corriente…”. El Covarrubias en su Tesoro dice: “Moliente y corriente. Del molino que está cumplido en todo lo que ha de menester, y por metáfora se dize de cualquiera otra cosa”. Aclara González Tascón en su artículo Ingenio y máquinas la expresión “se refiere a las condiciones que debían cumplir los molinos harineros hidráulicos para ser reconocidos como tales…, es decir, que el agua había de correr por el caz o canal y las muelas tenían que moler y no solo parecerlo”.


Y unas palabras:
Altaricona: que es altiricona según el diccionario de la RAE, esto es persona muy alta. Es palabra muy utilizada en la zona de Zamora con la grafía "altaricona", más ajustada a su significado que la académica, y contiene elementos peyorativos referidos a persona desgarbada.

Amorosear: que se dice de la nieve cuando se va derritiendo y deja mucha agua. !Qué poesía! "La amoroseada nieve...".

Cerero: según el diccionario de la RAE es la persona que labra o vende cera, pero la palabra ha evolucionado hacia otro significado en Zapardiel de la Ribera: la persona que sale sola a dar una vuelta, sin nada que hacer.

Cuicia: empeño, interés, ganas. Hacer una cosa con mucha cuicia es tomarse mucho empeño en lograr un buen resultado, vale el adjetivo cuicioso. No hemos encontrado ninguna referencia, parece que en la zona de Zamora también se emplea con la misma acepción.

Algunas novedades:
Zoquisnar: podemos definirla como la acción de tramar o idear alguna trastada por los niños cuando están juntos y guardan silencio o cuchichean entre sí; así la frase sería: "!¿Qué estáis zoquisnando?!" Parece que la palabra es propia de la zona de Castilla-La Mancha.

Tarallo: en la zona de Lanzahíta y Pedro Bernardo, se utiliza el término para designar a los espárragos silvestres.

Prisoletas: me he tropezado con esta palabra en una carta de doña Carmen Martín Gaite, ella misma aclara que así es como en Valladolid llaman a los nerviosos.

Avilantez: el DRAE define como audacia, insolencia. Luis Fernández Cifuentes la perfila con mayor rigor en sus magníficos comentarios al Don Juan Tenorio de Zorrilla: "El tipo de arrogancia o de osadía con que un inferior falta al respeto a su superior". Además recuerda como es utilizada por Ortega y Gasset en el prólogo de La España invertebrada.

Desde luego continuará...
Si encuentras una palabra perdida puedes escribir al siguiente correo
palabrasnuestras@gmail.com