sábado, 31 de mayo de 2025

La peste del año 1429 en Sotillo de la Ribera (Burgos)

 



(REGLA Y ORDENANÇA DE La Confradía DE El Apostol San Pedro)

“SEPAn todo los fieles Xptianos. que en el año de mil quatrocientos y veinte y nueue años embio Gran pestilencia mortifera en la maior parte destos Reynos de Castilla: y fue este lugar de Sotillo (Aldea de Gumiel de mercado) uno de los aquien sobrevino esta plaga en el dia Catorce de Diciembre de dicho Año. Duro esta Pestilencia en este lugar hasta diez y siete de Junio de el año de treinta, y murieron hasta Treinta y nueue personas i las mas dellas eran de tierna hedad. Viuíamos aquello con gran confussion y susto los que por la diuina Prouidencia estayamos libres de Contagio.

(…) Y determinamos unanimes, y conformes haçer doçe Candelas ahonor delos doçe apostoles de igual çera y pauilo y se ençendiesen como se hiço en la Parrochia de S. Agueda todas auntiempo y Ordenamos que en el interin que ardian fuesemos todos descalços como fuimos en Proçession ala Hermita de Nra. Señora de Prado Redondo extra muros de estelugar que dista del como medio quarto de legua aquien pedimos con deuocion interçediesse con su Precioso hijo Nro. Redentor fuese seruido de quitarnos tal contagio y tribulación y darnos conocimiento por medio delas dhas. Candelas qual delos doze Apostoles fuesse Nro. Patron siendo Nra. Determinada Voluntad lo fuese aquel cuya Vela durasse mas: que para Sauerlo sepuso en cada una el nombre del Apostol aquien se de dicaua.

Otorgó la diuina Piedad este gusto aNro. Deuoto Çelo, y remedio a Nra. necessidad, y auiendo buelto ala Iglessia se acauaron todas las Candelas Saluo la del Señor S. Pedro la qual fue puesta en el Cirio pasqual por martin Sanchez cura destelugar tañendo las campanas.

La Proçession fue mui  Solemne y acompañada de muchas lagrimas y deuocion. Estauan à la saçon siete personas dolientes desta pestilencia en manifiesto peligro dela Vida, y quedaron los dichos siete, buenos cuyo sucesso es euidente y se puede atribuir a milagro, y desde entonces çesso dicho contajio.

A gradecidos atan Singular fauor reciuido dela mano Poderossa del Señor y considerando que era efecto de la interçesion del Glorioso Apostol S. Pedro instituímos guardar su festiuidad y especial mente la q. se llama vincula Sancti Petri que es primero de Agosto y decir Missa para que como el fue librado delas Cadenas delos Judios en semejante dia, nosotros y los demas hermanos quenos suçedieren lo seamos de tal contagio y delos peligros y tentaciones deste mundo. 

(…) E yo el dicho cura Martin Sanches lo escreui y firme en Sotillo en ueinte y quatro de Junio año del Naçimiento de nuestro Saluador, de mil quatro cientos y treinta años.  Martin Sanches.

 

La peste negra surge en Asia, y acabó con un tercio de la población de Europa. El brote más grave de la epidemia se dio en 1348, y se repitió en sucesivas oleadas, más locales, hasta 1490, y llegó finalmente a matar a unos 200 millones de personas. (Wikipedia)

EFRÉN ARROYO ESGUEVA


sábado, 24 de mayo de 2025

El volumen del tiempo I. Solvej Balle

 



Thomas Selter prepara el té en su casa de piedra de dos plantas situada a las afueras de Clairon-sous-Bois. Después sale. Llueve. Es noviembre. Dieciocho de noviembre. Su esposa Tara Selter ocupa, sin que él lo sepa, la habitación de invitados que da al jardín y a una leñera de la casa. Durante todo un año será siempre el mismo día, ese dieciocho de noviembre en que Tara Selter vive consciente de la anomalía temporal que se ha producido. El tiempo ha entrado en una nueva dimensión y cuando termina el día vuelve a empezar. Solo para Tara el tiempo sigue siendo lineal.

T & T (Thomas y Tara) se dedican a la compraventa de libros antiguos y están especializados en libros ilustrados del siglo XVIII. El diecisiete de noviembre, Tara viaja a Burdeos para asistir a una subasta donde adquiere alguno de los ejemplares en los que sus clientes tienen interés. Al día siguiente parte a París, allí compra algunos libros más y visita a su amigo Philip Maurel que tiene un establecimiento dedicado a la numismática. Tara repasa los acontecimientos de esos dos días. Duerme la noche del dieciocho de noviembre en el Hôtel du Lison y al despertar poco a poco se va dando cuenta de que el nuevo día sigue siendo el dieciocho de noviembre.

La autora de la mano de su protagonista Tara intenta comprender la mecánica del dieciocho de noviembre cuyas reglas son completamente opacas. Su primera reacción es contarle a Thomas lo que está sucediendo. Thomas la cree y eso parece animarla, solo que, naturalmente, cada nuevo día es otra vez el mismo y Tara se ve obligada día tras día a darle cuenta a su marido del bucle temporal en el que están atrapados. Pronto Tara cae en la cuenta de que “Thomas estaba sometido a las leyes del olvido y yo llevaba acumulados demasiados días en mi memoria. Thomas se hallaba prisionero en la eternidad, mientras que yo me dirigía, lenta pero segura, hacia mi tumba”. El tiempo los separa irremisiblemente porque solo Tara vive en un tiempo “que devora el mundo”.

Tara experimenta un tiempo radicalmente distinto en el que “nada va a germinar ni crecer. Me he quedado sin estaciones. Los días no fructifican. Simplemente pasan, y yo los acompaño mientras engullo mi mundo y presto atención al fantasma de la casa [su marido, Thomas]”.

Recientemente se ha publicado el segundo volumen de la novela que está integrada por un total de siete. Solvej Balle ((Sonderjylland, Dinamarca, 1962) acomete un proyecto literario en el que investiga la soledad humana desde una perspectiva ambiciosa y singular. Pocas veces tiene el lector una oportunidad literaria como esta. 


sábado, 17 de mayo de 2025

El libro de las hermanas. Amélie Nothomb

 


Amélie Nothomb (Kobe, Japón, 1967) es una escritora belga. Reside en París. Su familia procede de Bruselas. Su padre fue embajador en China, Japón, Laos, Birmania... Su producción literaria en copiosa, prácticamente publica una novela todos los años. Me suscita interés esa necesidad de expresarse. He comenzado por la última, El libro de las hermanas.

Las extraordinarias capacidades que desde su nacimiento evidencia Tristane pasan inadvertidas para sus progenitores cuya paternidad no les ha hecho abandonar su estado de adolescencia. Tristane toma contacto con la realidad muy pronto y aprende a adaptarse utilizando recursos que no dejan de sorprender al lector. Durante los primeros cinco años de su vida la falta de amor no hace sino prepararla para lo que vendrá después con la llegada de su hermana Laetitia y sus primos, los hijos de Bobette, la hermana de Nora, la madre de Tristane. Sus ojos apagados dicen lo que su nombre pone de manifiesto. “Papá y mamá son muy buenos, pero prefieren jugar entre ellos, no les gustan los juegos de niños, tienen unos juegos muy singulares y para mayores, nunca han sido niños, nosotras nunca seremos mayores”, le dice Tristane a Laetitia en la cuna.

Tristane estudia Letras en la Sorbona, pero termina trabajando en una empresa de datos, trabajo que es de su agrado porque le permite leer tres horas al día. Se aleja de una madre mezquina y de un padre con el que las pocas cosas que comparte son insuficientes para darle brillo a una mirada que sirva de soporte a las relaciones afectivas.

El texto de la escritora belga se lee con facilidad y buen ritmo, pero en los diálogos y en la limitada capacidad de introspección que presenta la protagonista (durante una fase de la novela habla con su prima muerta Cosette y con un psicoanalista) se aprecia la enorme carga que los padres pueden dejar en sus hijos.

La novela, justo es reconocerlo, se presenta como un canto al amor fraternal por cuanto expresa cómo las hermanas tejen entre ellos una red de afectos que suplen las incapacidades de los progenitores. Una hermana puede ser un ángel protector.

La traducción, espléndida, es obra de Sergi Pàmies.


sábado, 10 de mayo de 2025

Leonard y Hungry Paul. Rónán Hession

 


Se trata de la primera novela de Ronán Hession (Dublín, 1975) que conoció un notable éxito cuando fue publicada en Irlanda en 2019. Ahora la editorial Alfa-Decay la traduce para nosotros.

Es la disposición natural poco convencional de ambos protagonistas, Leonard y Hungry Paul, la que fuerza a hacer una lectura un poco a contrapelo. Su relación de amistad es exclusiva y tal vez excluyente. No tienen relaciones sociales fuera de ella. Sus circunstancias son parecidas, aunque presentan notables diferencias. Leonard tiene un trabajo a tiempo completo. Hungry Paul solo trabaja un día a la semana, los lunes, de cartero. Leonard se ha quedado huérfano recientemente, y Hungry Paul vive en casa con sus padres jubilados o en el último tramo de su vida activa. No son dos adolescentes, sino dos hombres entrados ya en la treintena, si bien mantienen frente a la vida una actitud expectante. La singularidad de la obra está en el retraso deliberado de los dos protagonistas en asumir las responsabilidades propias de la edad adulta. Y su acierto radica en la sutileza con la que el autor maniobra para colocar al lector frente a dos jóvenes singulares que están dispuestos a esperar cuanto sea necesario para no convertirse en víctima de la estupidez del mundo actual, aun a riesgo de parecer estúpidos. 

Hungry Paul decide tomar parte en un concurso convocado por la Cámara de Comercio. Lo hace no buscando el premio, sino “por resultar útil a la sociedad”, en cierta forma como una continuación del Scrabble fuera del tablero de la mesa. Y es que Leonard y Hungry Paul “viven en el estrecho filo entre la pasión por los juegos de mesa y la aversión a los manuales de instrucciones”. Esa es la clave. Hungry Paul y Leonard se encuentran frente a la multiplicidad de instrucciones que reciben de los demás que tratan de convertirlos en su propio juego, el juego de vivir como adultos con todas esas instrucciones de responsabilidad, madurez y autonomía, pero nuestros protagonistas saben desembarazarse de semejantes exigencias. Son sabios a su manera: “Vamos a dejar de ponernos a prueba. Vamos a ser felices, ahora que todavía podemos”, le dice Hungry a su hermana Grace. 

Leonard es la pieza del puzle que encaja en la que posee Hungry Paul. Si la tendencia natural de este es la calma, la de Leonard es el repliegue, la burbuja cerrada sobre sí misma. Eso hace que los problemas a los que cada uno se enfrenten sean diversos. Hungry Paul tiene problemas con una caja de bombones, con los gemelos de la camisa, con su peculiar forma de disfrutar de los momentos guardando silencio. Los de Leonard viajan más a corto plazo, allí donde a menudo son los sentimientos los que mandan. Inicia una relación con una joven que tiene un hijo de siete años y tiene que aprender algunas cosas que no están en las enciclopedias para niños que se dedica a escribir.

Hay unas cuantas cosas que podemos aprender de esta pareja de amigos tan singular: la pedantería de la superioridad moral de aquellas personas que se ofenden en nombre de los otros (el incidente de la caja de bombones), la claridad mental natural que se obtiene de mantenerse apartado de los problemas que el mundo pone en el camino de quienes van buscándolos (en el tránsito de su trabajo como cartero eventual), no lamentarse por la leche derramada y concentrarse en limpiarla, o la renuncia a controlarlo todo porque ”sé que las cosas van a seguir su curso y no me paro a pensarlas demasiado”.


sábado, 3 de mayo de 2025

Ávila. La altura espiritual. Carlos Aganzo (texto) y Ricardo Sánchez (ilustraciones)

 



En la colección que Tintablanca dedica a las Ciudades Patrimonio de la Humanidad el periodista y poeta Carlos Aganzo ha escrito una bellísima semblanza de Ávila. La conoce muy bien porque no en vano fue durante muchos años director del Diario de Ávila.

Ávila es para los ojos porque “los pintores se han vuelto locos contemplándola. Los poetas, cantándola…”.

De su pluma nos enteramos de que, a la caída de la tarde, algunos días aparecen en las piedras de la muralla las inscripciones lapidarias escritas en latín y hebreo. La voz de los muertos en los lienzos de piedra.

Ávila de los Alfonsos, dice Aganzo con mucha razón: en 1116 el que luego sería Alfonso VII de León tuvo que refugiarse tras las murallas ante el acometimiento que contra su persona le dirigía el rey aragonés, Alfonso I el Batallador; también Alfonso VIII, el famoso de la batalla de Las Navas de Tolosa encontró amparo en Ávila. Es por eso que la ciudad ostenta los títulos de Ávila del Rey, Ávila de los Leales y Ávila de los Caballeros.

Obispo de Ávila fue el famoso Prisciliano que provocó el nacimiento del primer movimiento cismático, el priscilianismo, y que terminó preso y ejecutado acusado de brujería. Rescata Aganzo de la mano de Menéndez y Pelayo el himno de Argirio, un bello poema entre cuyos versos está este: “Tú, que ves lo que hago, calla mis obras”.

Guiomar de Zúñiga es la Julieta y Alvar Dávila, el Romeo. Al padre de ella, corregidor, no le gustó el tonteo de los jóvenes y expulsó de la ciudad al joven caballero. El balcón que se ve en la puerta del Rastro es el de Guiomar. Veinte kilómetros hay desde allí al castillo de Mironcillo, hogar del joven Alvar, pero aseguran que todos los días hablaban entre ellos usando banderas u hogueras. Cosas de leyendas.

Justo enfrente del balcón de Guiomar hay un pequeño jardín con el busto de Rubén Darío en recuerdo de su aventura amorosa con una joven llamada Francisca de Navalsauz con la que el poeta quiso casarse. Rubén se la llevó consigo a París, la enseñó a leer y todos se referían a ella como la princesa Paca. Durante muchos años Francisca guardó en su casa de Navalsauz manuscritos y cartas del poeta nicaragüense.

Las cuatro monjas muertas de miedo que pasaron la primera noche en el “palomarcico” del primero de los conventos, el de San José, que fundaría La Santa. Era la noche del 24 de agosto de 1562 y estos sus nombres: Antonia del Espíritu Santo, María de la Cruz, Úrsula de los Santos y María de San José.

No en Ávila, sino en Medina del Campo, coincidieron Teresa y Juan. “Ella tenía cincuenta y dos años, y andaba ya en su segunda fundación. El tenía veinticinco, y volvía a casa de su madre después de terminar sus estudios en Salamanca”. Allí le contó la monja Teresa aquel empeño suyo de “volver a la descalcez de la regla de san Alberto”. Unos pocos metros separan a san Juan de la Cruz en la torre de los Guzmanes de santa Teresa de Ávila, sentada frente a su casa natal.

Saliendo por la puerta del Adaja, las tenerías hebreas, al lado mismo de la ermita de san Segundo, que dicen constituyen una auténtica joya arqueológica, y que estuvieron en funcionamiento hasta el siglo XVII. Un poco más adelante, o río abajo, aparece el molino de la Losa. Uno no sabía, ignorante, que perteneció al cabildo de la Catedral de Ávila durante cinco siglos, hasta la de Mendizábal.

El Tostado, Alonso Fernández de Madrigal, el hombre más sabio de su época, era teólogo, filósofo, erudito y fecundísimo escritor cuya obra ocupaba quince enormes volúmenes. Fue obispo de Ávila y está enterrado en la catedral bajo un magnifico sepulcro obra del gran escultor Vasco de la Zarza. Estamos en el siglo XV y una misma persona puede abrazar la cátedra de Arte, Filosofía, Poesía, Latín, Griego y Hebreo, además de la Biblia.

Ávila, ciudad de cine, y Carlos Aganzo hace un buen repaso a este respecto, deteniéndose en la famosa serie de televisión dirigida por Josefina Molina y protagonizada por Concha Velasco. Escribe aquí el autor unas palabras muy certeras: “Lugar donde volver al pasado es tan sencillo como levantar los ojos y caminar en el presente recreando, imaginando, fantaseando con otra realidad”.  

“Ávila la casa”, dijo Unamuno y “Ávila el altar”, le respondió Benjamín Palencia. Casa y altar comparten los restos mortales de los dos presidentes que están enterrados en la catedral del Salvador de Ávila: Claudio Sánchez Albornoz y Adolfo Suárez González, juntos conforman dos de los valores que más echamos en falta hoy en día: libertad y concordia.

La duquesa de Valencia, doña Luisa María Narváez Macías, llamada la duquesa roja, que aseguran fue la única que se atrevió a abofetear a Franco por faltar a su palabra de restituir la monarquía tras la derrota de la República. Cedió al Estado el palacio de los Águila cuya apertura seguimos esperando desde hace más de veinte años.

La edición es de lujo por el papel, la tipografía, los márgenes, la encuadernación y, en especial, por las magníficas ilustraciones de Ricardo Sánchez.