Solamente el título de este
libro nos llevó a leerlo y el resultado fue muy gratificante.
Escritora coreana residente en
Seúl autora de varias colecciones de ensayos, publicó en 2024 su primera y
única novela por la que recibió el premio al mejor libro del año de los
libreros de Corea y premio de los libreros de Japón a la mejor novela
extranjera. “Quería escribir una historia que brindase consuelo y que diera
fuerza a todas aquellas personas que se han esmerado demasiado en hacerlo todo
bien y que han perdido la alegría de la vida”.
La protagonista, Yeongju, ha
sido extremadamente valiente. Está viendo pasar su vida haciendo lo que los
demás esperan de ella, sin que nada de ello le aporte algo por lo que sentirse
feliz. Hasta que un día abandona todo y abre la librería donde rodeada de
libros, Yeongju y sus asiduos clientes (Mincheol, adolescente al que su madre
obliga a leer un libro cada semana, Jaongju, mujer que todos los días iba allí
a hacer ganchillo…) logran crear un clima de auténtica complicidad, donde se
resguardan del mundo tratando de hallar lo importante de la vida que cada uno
de ellos anda buscando.
Mincheol ha encontrado en
Seungwoo (escritor asiduo de la librería) un confidente en quien depositar sus
dudas de adolescente: “Seungwoo, te hago tantas preguntas porque hay algo
que me está atormentando, ¿debería dedicarme a algo que me gustase o a algo en
lo que fuera bueno? quiero encontrar la respuesta. El único maestro de la
escuela que me cae bien y da clases de coreano nos ha dicho: para encontrar la
felicidad haced aquello que os guste. Todos deberíais encontrar algo que os
guste hacer, algo que os entusiasme. En lugar de perseguir lo que la sociedad
valora, haced lo que os guste. Si lográis encontrarlo, no vaciléis, no importa
lo que piensen los demás. Debéis ser valientes”.
Seungwoo contestó a Mincheol: “Comprendo
tu lucha interna y tu curiosidad. No se trata solo de una angustia adolescente;
muchos siguen con estas preguntas a los treinta o cuarenta años. De hecho, yo
hace solo cinco años he estado debatiéndome en torno a la misma duda. A pesar
de tener los labios resecos y los ojos hinchados, me aferro con tenacidad a mi
trabajo porque no puedo dejarlo ir. Estaba haciendo algo que me gustaba, ¿cómo
iba a dejarlo? Sin embargo, no era feliz y me preocupaba la posibilidad de
arrepentirme en un futuro si renunciaba a lo que me gustaba”.
La autora deja patente un
reflejo de la sociedad coreana donde la dedicación extrema al trabajo, la poca
relación familiar, la individualidad y en definitiva la soledad persiguen a los
protagonistas de la novela. Una historia sencilla sobre la importancia de
encontrar paz y aceptación en la vida y sobre el poder curativo de los libros.
Un libro sencillo, fácil de
leer y donde se aprende de cada uno de los personajes.
Ore-Mari
No hay comentarios:
Publicar un comentario